martes, 1 de enero de 2008

Una de las tantas leyendas que se cuentan

EL VELORIO.

En el Fundo El Naranjal, ubicado en las Lomas de Las Tortillas, por la Ruta De Los Conquistadores, camino a Constitución; los campesinos luego sus tareas habituales acostumbraban a poner “huachis” o trampas para los conejos. Así lo hizo un día al atardecer el chofer del fundo acompañado de algunos peones, luego se fueron a tomar unos traguitos y se pusieron de acuerdo de levantarse antes que rayara el sol para ver los huachis de modo que ningún intruso les levantara la presa.

Camino al lugar donde se habían puesto los “huachis” divisaron, de lejos, la enorme cantidad de conejos que estaban cazados; los hombres reían de alegría pensando en la buena venta o en el rico asado, pero cuando se acercaron una densa nube negra los atrapó, como un muro de piedra, que no podían atravesar. Así estuvieron largo rato. Cuando volvió la luz no había trampas ni conejos.

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